MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El agua desempeñó un papel mucho más importante de lo que se creía en la formación de los primeros continentes de la Tierra, transformando la corteza primitiva y contribuyendo a su formación.
En un artículo publicado en Communications Earth & Environment, el equipo de investigación dirigido por la Universidad de Curtin estudió rocas de 1.600 millones de años de antigüedad del Georgetown Inlier, en el noreste de Queensland (Australia), donde se encuentran algunos de los fragmentos de corteza continental mejor conservados de la Tierra.
La investigadora principal, la Dra. Silvia Volante, quien completó la investigación en la Escuela de Ciencias de la Tierra y Planetarias de Curtin, pero que ahora trabaja en la ETH de Zúrich (Suiza), afirmó que los hallazgos podrían redefinir nuestra comprensión del papel del agua en la evolución temprana de la Tierra y su importancia en la formación de los continentes que vemos hoy.
En los inicios de nuestro planeta, las rocas volcánicas entraron en erupción en el fondo del océano y fueron alteradas por el agua caliente al enfriarse y solidificarse. Con el tiempo, estas rocas ricas en agua quedaron enterradas en las profundidades de la corteza terrestre, donde la introducción de agua adicional provocó su fusión parcial a temperaturas que oscilaban entre los 700 °C y los 750 °C, explicó el Dr. Volante.
Al analizar los niveles de oxígeno en las rocas, el equipo de investigación encontró una clara diferencia entre las rocas volcánicas originales y las rocas graníticas en las que se transformaron, lo que sugiere una fuente adicional de agua proveniente de las profundidades del manto terrestre.
Las dos fuentes de agua que formaron las rocas de la corteza continental -una proveniente de las propias rocas volcánicas y, aún más sorprendente, también de las profundidades de la Tierra- impulsaron una reacción en cadena de fusión que duró millones de años y contribuyó a la formación de los componentes básicos de los continentes que habitamos hoy.
REGISTRO EXCEPCIONAL
El profesor emérito Zheng Xiang Li, también de la Facultad de Ciencias de la Tierra y Planetarias de Curtin, afirmó que el equipo tuvo la suerte de poder estudiar las antiguas rocas de Australia, que ofrecen un registro excepcional y bien conservado de la formación de la Tierra.
"Tuvimos la increíble oportunidad --dijo en un comunicado-- de trabajar en lugares únicos como Georgetown Inlier, uno de los pocos lugares del mundo donde podemos observar todas las etapas de la formación de la corteza continental atrapadas en rocas de mil millones de años de antigüedad.
Nuestro próximo paso es investigar si se produjeron procesos similares de fusión hídrica en fragmentos de corteza aún más antiguos. Encontrar más ejemplos bien conservados ayudará a demostrar la importancia del movimiento del agua en el manto terrestre para moldear el paisaje primitivo de nuestro planeta".