MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de Oxford concluye que el convenio CITES, que regula el comercio de fauna y flora silvestres, no está logrando disuadir adecuadamente la extracción y comercio ilegales de muchas especies.
El año 2025 marca el 50 aniversario de la entrada en vigor de la CITES, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Sin embargo, el equipo de investigación insta a que se realicen reformas para garantizar que el comercio no dañe el estado de las poblaciones silvestres de plantas y animales. Su propuesta de nuevo marco para la CITES se ha publicado en Frontiers in Ecology and Evolution.
Miles de millones de personas en todo el mundo dependen de las especies silvestres para su seguridad alimentaria, sus medios de vida, la generación de ingresos y el bienestar. Lograr la sostenibilidad a largo plazo en el comercio y el uso de especies silvestres es una prioridad mundial clave, no solo para la conservación, sino también para apoyar a los miles de millones de personas que dependen de estas especies. La CITES (la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) es la base de la acción internacional para apoyar el comercio sostenible. Actualmente, la CITES brinda protección legal a más de 40.000 especies animales y vegetales, y desempeña un papel crucial en la protección de la biodiversidad.
Investigadores de la Universidad de Oxford evaluaron críticamente la eficacia de la CITES y se preguntaron: "¿Está la Convención resolviendo el problema para el cual fue diseñada?". Su análisis reveló fallos críticas en el enfoque de la CITES, incluido un enfoque predominante en la aplicación de la ley dirigida por el estado para prevenir el comercio y la extracción ilegales de especies, y la exclusión del análisis socioeconómico matizado en la toma de decisiones. Si bien la Convención ha llamado la atención sobre la sobreexplotación, no está disuadiendo las actividades ilegales generalizadas en los sistemas de comercio de vida silvestre en muchas partes del mundo. La evidencia indica que en los últimos años el comercio ilegal de vida silvestre ha involucrado a miles de especies incluidas en la CITES y ocurrió en al menos 162 países.
Con información de esta evaluación, los investigadores han desarrollado una nueva herramienta de apoyo a la toma de decisiones para la CITES. Esta se basa en una comprensión profunda de los sistemas de comercio de vida silvestre y el uso de procesos de gobernanza inclusivos y consultivos para revisar o rediseñar las reglas y regulaciones en torno al uso y comercio de especies.
El Dr. Dan Challender, autor principal del estudio, afirma en un comunicado: "Los procesos actuales de toma de decisiones en la CITES asumen que un enfoque predominante en la aplicación de la ley dirigida por el estado es la mejor solución, cuando en realidad este enfoque está resultando inadecuado para muchas especies en la mayor parte del mundo. Ha llegado el momento de que la CITES cambie. Debería haber un enfoque mucho más centrado en explorar modelos de conservación institucionalmente diversos para que haya menos dependencia de agencias públicas con recursos insuficientes".
A diferencia del enfoque actual, en el que muchas especies de la CITES reciben un enfoque único para la regulación del comercio, el marco propuesto adapta las intervenciones a sistemas comerciales específicos, las ubica en entornos institucionales más amplios y alinea a las instituciones a lo largo de las cadenas de suministro internacionales.
Estas intervenciones, respaldadas por una sólida base de evidencia, podrían incluir: la transferencia de derechos sobre la tierra y/o el uso de las especies a los pueblos indígenas y las comunidades locales; la gestión y/o propiedad de las especies por actores privados; programas para reducir la demanda de los consumidores; el desarrollo de mercados responsables para productos de vida silvestre en circunstancias en las que esto probablemente beneficiaría a las especies.