PARAGUAY, 6 Jan (EUROPA PRESS)
La tensión entre Venezuela y Paraguay escaló este lunes luego de que el Ministerio de Exteriores venezolano anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con el país guaraní. Esta decisión llega como represalia a las recientes declaraciones del presidente de Paraguay, Santiago Peña, retirando "de forma inmediata" a su personal diplomático en Asunción.
Desde Caracas, se critica duramente la postura de Paraguay, alegando que "Es lamentable que gobiernos como el de Paraguay sigan subordinando su política exterior a los intereses de potencias extranjeras, promoviendo agendas destinadas a socavar los principios democráticos y la voluntad de los pueblos libres". Además, acusaron a Peña de ignorar el Derecho Internacional y el principio de no intervención, comparando sus acciones con las del "extinto Grupo de Lima" y su "ridícula aventura llamada Guaidó".
Venezuela reafirma "su compromiso con la defensa de la democracia, la paz y la autodeterminación de los pueblos", citando principios de la Carta de Naciones Unidas y defendiéndose de lo que describen como ataques del "fascismo internacional".
Por otro lado, el gobierno de Paraguay respondió al conflicto reconociendo a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, quien según ellos, tiene "derecho de asumir la dirección de su nación el próximo 10 de enero conforme con la voluntad soberana del pueblo venezolano expresada el 28 de julio". Reiteraron su apoyo al "derecho del pueblo venezolano a vivir en democracia" y exigieron al embajador venezolano, Ricardo Capella, así como al resto del personal diplomático acreditado en el país, que abandonen Paraguay en un plazo de 48 horas.
Este enfrentamiento diplomático resalta las crecientes tensiones en la región y pone en evidencia las divisiones ideológicas y políticas que existen entre los gobiernos de Sudamérica. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de este conflicto, esperando que ambas naciones encuentren un camino hacia el diálogo y la reconciliación.