MADRID 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha defendido este martes la ley marcial impuesta a principios de diciembre y que le ha costado el cese a manos del Parlamento, al tiempo que ha estipulado que su introducción era "legal" y se iba a producir "de acuerdo a la Constitución".
Yoon, que se encuentra bajo custodia y ha sido imputado por incitar a la insurrección y abuso de poder, ha descartado que en ningún momento se tratara de una "rebelión". "¿Cómo iba a derivar esto en una guerra civil? ¿Por qué se considera que esta ley marcial es una rebelión?", ha lamentado, tal y como ha indicado su equipo legal.
Se trata de la primera vez que Yoon se pronuncia oficialmente sobre lo sucedido desde que fue imputado hace dos días por la Fiscalía surcoreana. El exmandatario, que se encuentra a la espera de que el Constitucional ratifique o retire su destitución de forma definitiva, continúa encarcelado en el Centro de Detención de Seúl.
Sus abogados insisten en que Yoon "declaró la ley marcial haciendo uso de sus poderes constitucionales porque consideraba que el país se encontraba sumido en una grave crisis debido a la dictadura impuesta a través de la Asamblea Nacional, dominada ampliamente por la oposición". Así, han dicho, buscaba "informar al pueblo de la crisis y apelar a ellos".
Sin embargo, el propio Parlamento exigió la retirada de la ley en cuestión, una medida ante la que Yoon cedió por considerar que había sido solicitada también "por la vía constitucional". "La retiró inmediatamente y todo se hizo de acuerdo con la legalidad vigente", han reiterado sus abogados.
"¿Acaso alguien perdió la vida o hubo algún derramamiento de sangre? ¿Hubo algún arresto o actos de represión contra políticos? ¿Se produjo siquiera un intento de algo de esto?", ha sostenido, según informaciones recogidas por la agencia de noticias Yonhap.
El propio Yoon ha insistido en que no tenía intención alguna de "mantener la ley marcial durante un largo periodo de tiempo" dado que su Administración "no contaba con un plan exhaustivo sobre el funcionamiento del Gobierno bajo dicha ley".
"Me preocupa el futuro de este país por encima de cualquier otra cosa. Hay mucha gente entre nuestros ciudadanos a los que les cuesta sobrevivir día a día, y me preocupa lo difícil que será para ellos hacer frente al invierno y al frío. También estoy preocupado por la gente joven y las futuras generaciones que necesitan nutrir sus sueños y que los verán frustrados por la realidad", ha aseverado.