Actualizado 30/03/2014 17:42

Salen imágenes inéditas de "los vuelos de la muerte"

Vuelos de la Muerte
Foto: INFOJUS

BUENOS AIRES, 30 Mar. (Notimérica/EP) -

   Llevaban más de 30 años guardadas en Estados Unidos, pero una petición de investigación del juez federal argentino Sergio Torres, ha sacado a la luz imágenes inéditas de "los vuelos de la muerte", una práctica de exterminio que las dictaduras militares de Argentina y Uruguay utilizaron entre los años 1976 y 1983 para hacer desaparecer a los opositores políticos.

   Las fotografías corresponden a 20 cadáveres aparecidos en las playas de Uruguay entre 1976 y 1979 y se cree que fueron hechas por peritos de las fuerzas armadas o la policía uruguaya. Todos los cuerpos tenían ataduras en las manos y los pies atados con cintas y cables. En la piel mostraban signos de torturas con "picana". Algunos rostros estaban destruidos a golpes.

   En el juzgado de Torres entienden que esas imágenes dan cuenta de las condiciones en que se encontraban las víctimas y cómo eran arrojadas al mar desde aviones. Los informes daban casi por hecho que provenían de la Argentina.

   A veces por la ropa de una determinada marca, o por las corrientes marítimas se consignaba que Buenos Aires era el posible punto de origen, revela Infojus, agencia de noticias jurídicas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina.

   Entre las imágenes está la de una mujer con lesiones por violación,  encontrado en la uruguaya Laguna de Rocha el 22 de abril de 1976. Otra mujer tenía entre sus ropas un documento de identidad que mencionaba la fecha de nacimiento en 1954. Y algunos de los cuerpos guardaban en los bolsillos monedas y billetes de esa época en Argentina.

DEVOLVER LOS RESTOS A LAS FAMILIAS

   A partir del hallazgo de estos legajos, el juez federal Sergio Torres intenta ahora dar un paso más y rastrear dónde están esos cuerpos que podrían ser los de 21 desaparecidos, con la expectativa de identificarlos y poder devolver los restos a sus familias.

   Para eso, días atrás firmó un exhorto que será enviado a Uruguay con un pedido de apertura de todos los archivos judiciales, del Poder Ejecutivo y de las Fuerzas Armadas y de seguridad que puedan ayudar a reconstruir lo que sucedió desde el momento en que esas personas sin vida fueron recogidas de las aguas.

   Las imágenes han sido desveladas después de que el magistrado argentino  a cargo de la investigación sobre los crímenes cometidos en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), viajara en octubre pasado a Estados Unidos para consultar documentación del archivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en especial aquella vinculada con la visita de ese organismo a la Argentina en 1979.

   Allí había más de treinta cajas, que parecían haber permanecido sin abrir desde entonces. El juez revisó una por una y encontró una carpeta amarilla con un centenar de fotografías que acompañaban informes sobre cuerpos que aparecieron, al parecer, entre 1976 y 1978, cerca de distintos pueblos de la costa uruguaya.

"DESTROZO TOTAL DEL CRÁNEO"

   Los reportes estaban escritos a máquina, por agentes de inteligencia de la Prefectura uruguaya y algunos por peritos. Incluían descripciones como la siguiente: cuerpo femenino, cutis blanco, cabello negro, estatura 1,60 metro, complexión mediana, unos treinta años, tiempo de muerte aproximado de entre 20 y 25 días.

    "Indicios externos de violencia: signos de violación, probablemente con objetos punzantes; fracturas múltiples y el codo izquierdo destrozado; múltiples fracturas en ambas piernas con indicios de haber sido atadas; enorme cantidad de hematomas diseminados por todo el cuerpo; destrozo total del cráneo y del macizo oseofacial", añadía.

   Otro parte hablaba de "fractura de muñecas, como si hubiera estado colgada de ellas; quemaduras en ambas manos; derrame sanguíneo interno provocado por la rotura de vértebras" y "zona pubiana, anal y perianal destrozada con objetos punzantes".

   La prueba irrefutable de los "vuelos de la muerte" salió a la luz en 2005 cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó unos cadáveres aparecidos en 1977 en la costa bonaerense, señala Infojus.

   Se trataba de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de Devincenti, sus compañeras Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco y Angela Aguad y la monja francesa Leonie Duquet, que habían sido secuestradas entre el 8 y el 10 de diciembre.

   Los cadáveres aparecieron seis días después en las playas de Santa Teresita, arrastrados por la corriente marina, y fueron inhumados como 'NN' (nombre desconocido) en el cementerio de General Lavalle.

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