MÉXICO DF, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha justificado el viaje que este lunes ha emprendido hacia China y Australia ante las críticas recibidas por abandonar el país en medio de la crisis desatada por la desaparición de 43 'normalistas' (estudiantes de magisterio) el pasado 26 de septiembre en el municipio de Iguala.
Peña Nieto tiene previsto participar en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebra entre el lunes y el martes en Pekín, y en la cumbre del G20 que tendrá lugar después en la ciudad australiana de Brisbane.
"No atender estos eventos como este sería actuar con irresponsabilidad, porque a lo que asisto es precisamente a llevar la voz de México para que tomemos acuerdos y decisiones que nos permitan impulsar el desarrollo de nuestra economía y generar más empleos", ha explicado a la prensa que le acompaña en este viaje.
Peña Nieto ha sostenido que esta gira "de ninguna manera me hace ausente de lo que ocurre en México, como no lo hace a ninguno de los jefes de Estado que asisten" a ambas citas internacionales. "Hoy, a través de las tecnologías, los medios de comunicación nos permiten estar invariablemente presentes", ha argumentado.
En la misma línea se ha expresado el portavoz del Gobierno, Eduardo Sánchez. "El presidente está verdaderamente dolido por lo que está pasando, pero tiene que hacer su trabajo", ha dicho en una entrevista concedida a Primero Noticias.
ATAQUE A LOS PINOS
Por otro lado, Peña Nieto ha hecho un llamamiento a "la no violencia", así como a la "justicia", después de las violentas manifestaciones del fin de semana por el caso Iguala, que desembocaron en la quema de la entrada principal del Palacio Nacional, Los Pinos.
"Es inaceptable que alguien pretenda utilizar esta tragedia para justificar su violencia. No se puede exigir justicia actuando con violencia", ha afirmado, subrayando que "la sociedad mexicana dice no a la violencia y sí a la justicia".
Sin embargo, ha admitido que hay un "duelo nacional" ante las últimas revelaciones sobre la desaparición de los 43 'normalistas', que confirman que fueron entregados por la Policía de Iguala al 'mini-cártel' Guerreros Unidos para que los ejecutara, siguiendo órdenes del alcalde.
"Los mexicanos estamos dolidos por lo ocurrido en Iguala. Es un acto, a partir de la información que dio a conocer el procurador, abominable y atroz que genera indignación y dolor. El Gobierno acompaña a la sociedad en este sentimiento de duelo", ha dicho, de acuerdo con 'Milenio'.
LOS HECHOS
Los 'normalistas' llegaron a Iguala el 26 de septiembre para recaudar fondos para viajar a la capital mexicana el 2 de octubre con el fin de participar en la conmemoración de otra matanza, la de Tlatelolco.
Ese día la esposa del alcalde tenía previsto presentar un informe de su labor al frente del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia municipal y, ante el temor de que los estudiantes reventaran el acto, como ya había ocurrido en el pasado, el alcalde ordenó a la Policía actuar contra los 'normalistas'.
Policías de Iguala, apoyados por agentes de Cocula, interceptaron a los jóvenes a la entrada del municipio y abrieron fuego, matando a uno de ellos y dando lugar a un enfrentamiento que se saldó con seis muertos y 25 heridos.
Una vez controlada la situación, detuvieron a los 'normalistas' que no consiguieron huir, les condujeron en varios furgones policiales a los límites entre Iguala y Cocula y se los entregaron a Guerreros Unidos.
A partir de ese momento se pierde el rastro de los 43 'normalistas'. Queda ahora el análisis de las cenizas y de los cadáveres de las fosas comunes halladas en la zona.