Actualizado 08/05/2017 10:23

La cúpula de las FARC y el ELN se reúnen en La Habana con el 'placet' del Gobierno para hablar de paz

FARC
COLPRENSA


BOGOTÁ, 8 May. (EUROPA PRESS) -

La cúpula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las principales guerrillas de Colombia, se reunirán esta semana en La Habana con el visto bueno del Gobierno de Juan Manuel Santos para aunar sus posiciones sobre la paz.

El líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', se encuentra en La Habana desde la firma del acuerdo de paz con el Gobierno, el pasado 24 de noviembre en Bogotá, pero este lunes se le han unido 'Iván Márquez', 'Pastor Alape', 'Carlos Antonio Lozada' y 'Joaquín Gómez', todos ellos miembros del Secretariado, según Caracol Radio.

Por parte del ELN acudirán su máximo jefe, Nicolás Rodríguez Bautista, 'Gabino', así como otros miembros del Comando Central, entre los que destacan 'Pablo Beltrán' y 'Antonio García', que participan en las actuales negociaciones de paz entre el Gobierno y el grupo armado en Quito.

Se trata del primer encuentro oficial entre las guerrillas colombianas, aunque han tenido contactos informales en los últimos años, y el objetivo es intercambiar experiencias y posiciones sobre el proceso que la Casa de Nariño ha lanzado bajo el mandato de Santos para lograr una "paz completa".

Aunque la intención del presidente colombiano era sentar a las dos guerrillas a una misma mesa de negociaciones, las diferencias, tanto estructurales como identitarias, de cada una lo hizo imposible y ha obligado a dos procesas de paz separados.

Las FARC ya han firmado la paz con el Gobierno y ahora las partes se centran en la implementación del acuerdo, que atraviesa una fase crucial: la relativa a la desmovilización y el desarme de los 7.000 combatientes que forman parte de la guerrilla, que deberá completarse hacia el 1 de junio.

En cambio, el proceso de paz entre el Ejecutivo y el ELN arrancó el pasado 7 de febrero tras casi un año de parálisis por la negativa de los insurgentes a liberar a todos los rehenes que tienen en su poder. De momento, las partes solo han acordado buscar avances concretos en el campo humanitario.

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