LONDRES, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha recortado en dos escalones la nota de solvencia a largo plazo en moneda extranjera de Argentina, que pasa desde 'CCC+' a 'CCC-' con perspectiva negativa, ante el mayor riesgo de impago derivado de la decisión del Tribunal Supremo de EEUUde no atender la reclamación del Gobierno austral en su disputa con los 'fondos buitre' que no aceptaron la reestructuración de la deuda argentina.
"La rebaja refleja el mayor riesgo de impago de la deuda en moneda extranjera después de la reciente decisión del Supremo de EEUU", señala la agencia, que no ve clara cómo se establecerá la fórmula de pago en default.
En este sentido, S&P considera que el Gobierno argentino cuenta con una "capacidad limitada" de pagar a los acreedores demandantes y al mismo tiempo hacer frente a las obligación de su deuda actual.
"Aunque no hay nada seguro, un impago o un canje de deuda en problemas correspondiente al servicio de la actual deuda parece inevitable en seis meses, según nuestra opinión si no ocurren cambios imprevistos en las circunstancias de Argentina significativamente favorables", añade la agencia.
El pasado lunes, el Tribunal Supremo de EEUU rechazó admitir a trámite el recurso del Gobierno argentino contra las sentencias previas en instancias judiciales norteamericanas que dictaminaron que Buenos Aires debe pagar unos 1.300 millones de dólares a fondos de cobertura, conocidos en Argentina como 'fondos buitre', que quieren recuperar el valor de los títulos impagados en sus carteras, lo que podría dejar al país austral al borde un nuevo 'default'.
Con su decisión, el Supremo estadounidense reafirmó la validez del dictamen de un tribunal federal y de la corte de apelaciones por el que se prohibía a Argentina realizar cualquier pago de su deuda reestructurada si no se abonaban también las cantidades adeudadas a los tenedores de bonos que no aceptaron el canje propuesto en 2001.
PREVISIONES MACROECONÓMICAS
Por otro lado, S&P ha actualizado sus previsiones macroeconómicas para el país austral, cuyo producto interior bruto (PIB) sufrirá este año una contracción del 1% para estancarse en 2015.
En el caso de la inflación, las perspectivas de la agencia contemplan un alza de los precios del 35% este año y del 33% en 2015.