MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Acción Contra el Hambre ha afirmado este miércoles que el número de personas que necesita ayuda tras el terremoto del 16 de abril en Ecuador "sigue aumentando", agregando que mucha gente duerme en la calle por miedo a las réplicas.
La Secretaria de Gestión de Riesgos de Ecuador ha elevado este mismo miércoles a 659 muertos y más de 4.600 heridos el balance de víctimas del terremoto, que tuvo una magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter.
"Todavía vemos que la gente está traumatizada. Todos los días hay réplicas, aunque de menor intensidad, pero el temor permanece", ha indicado el responsable de Seguridad Alimentaria del equipo de emergencia de la ONG en Ecuador, Maximiliano Verdinelli.
En este sentido, Juliana Ruiz, jefa de base de Pasto, en Colombia, ha agregado que "el miedo persiste" y que "las personas que tienen sus hogares cerca del mar temen volver". "Prefieren dormir en la carretera y a ras de suelo", ha indicado.
"La población afectada lo está viviendo como puede, afrontando la situación. Mucha gente que perdió su fuente de ingresos aunque no su hogar se está también desplazando a los centros de entrega de comida", ha manifestado Ruiz.
La ONG ha resaltado que tras las evaluaciones sobre el terreno se ha determinado que el seísmo "ha producido un enorme daño en los medios de vida de la población, sobre todo en el sector de la acuicultura", tal y como ha revelado Verdinelli.
"Debemos prestar especial atención a cómo atender a esas personas que han perdido su principal fuente de ingresos, a cómo generar mecanismos de protección social que permitan que la situación de desempleo no degenere en otras más negativas", ha dicho.
"Es necesario que miremos más allá de la emergencia y establecer un plan de acción a medio plazo orientado a la recuperación", ha argumentado, abogando por diseñar estrategias de respuesta tanto a corto como a largo plazo.
Así, ha defendido que los esfuerzos se centren ahora en las respuesta más inmediata con agua, alimentos, refugio y apoyo psicosocial, al tiempo que se tiene en cuenta la necesidad de recuperar los medios de vida.
"Ambos enfoques deben hacerse de manera coordinada, para evitar que la gente se instale en los albergues como única opción para recibir ayuda, generando así una dinámica social muy negativa", ha manifestado Verdinelli.