RÍO DE JANEIRO, 14 Jul. (Notimérica/EP) -
Decenas de miles de argentinos llegados a Río de Janeiro para ver la final del Mundial de Fútbol han abandonado la playa de Copacabana abatidos por la derrota, mientras los escasos alemanes han desaparecido antes de producirse los primeros enfrentamientos entre aficiones.
Los brasileños, por su parte, han respirado aliviados al librarse de ver al eterno rival levantar la Copa del Mundo en Maracaná. Ver a Argentina coronada en ese tesoro nacional era la peor pesadilla de muchos brasileños. Hubiera sido la tercera humillación para el país anfitrión, tras la debacle contra Alemania (1-7) y contra Holanda (0-3).
El FIFA Fan Fest en la playa de Copacabana ha congregado este domingo a decenas de miles de aficionados, la gran mayoría argentinos --se calcula que llegaron a Río entre 70.000 y 100.000 este fin de semana--. Tras los nervios contenidos durante el partido ha cundido el desánimo tras el gol de Gotze y han sido muchos los que han decidido abandonar la zona antes de tiempo.
"Veo a pibes grandes llorando como si fueran bebés, me mata eso", decía visiblemente afectada Verónica Filipe, argentina con muchos años viviendo en Río. Quizá por eso le costaba entender el apoyo de los brasileños a la selección alemana, más todavía después de encajar siete goles hace unos días. Algunos argentinos, para consolarse, contaban a gritos del uno al siete, mientras que otros seguían con el cántico más repetido: "¡Soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar!".
Orlando Francalassi, brasileño de Río Grande do Sul, justificó en declaraciones a Notimérica/EP su apoyo a los alemanes en base a la meritocracia, ya que en su opinión esta ha sido "la Copa más justa". Alemania, Argentina y Holanda han quedado en los lugares que les correspondían. Son muchos los brasileños que han alabado el estilo de juego técnico y organizado de los alemanes desde el principio del Mundial.
En plena desbandada, antes incluso de que acabara el partido, algunos aficionados argentinos han protagonizado peleas e incidentes aislados, en la mayoría de casos al responder a provocaciones de aficionados brasileños. "Es folclórico, totalmente inherente a la humanidad. Somos vecinos y en el fondo nos amamos", explicaba Mariano Rodríguez, restando importancia a los conflictos de algunos "estúpidos borrachos".
La inmensa mayoría de los aficionados que han disfrutado del Mundial en Brasil han sido latinos y durante unos días la competición estuvo copada por las selecciones latinoamericanas. Algunas, como Costa Rica y Colombia, dieron el campanazo. Todo parecía indicar que 'la Copa das copas', como la bautizó la presidenta Dilma Rousseff, se iba a quedar en Sudamérica.
Pero finalmente Alemania se ha convertido en la primera selección europea que conquista el título en suelo americano. Sin embargo, en Río de Janeiro, que se había teñido de albiceleste, el Mundial no lo ha ganado Alemania: lo ha perdido Argentina.